La belleza trasciende la estética

lunes, 27 de abril de 2020

Cebollas




John Singer Sargent, Vendedora veneciana de cebollas 




La pincelada nacarada de John Singer Sargent ...






¡Intelijencia, dame el nombre exacto de las cosas¡
Justo cuando estoy a un paso de Mallarmé, de Rilke,
de Celan, de pasmar a Gamoneda. A punto de encontrar
el verso etéreo, preciso, ultraterreno. Muy cerca de horadar
la cáscara de luz del universo, cuando estoy a esto
de hipostasiarme un poco con el Uno de Plotino,
cuando voy a resumir a Heidegger en dos versículos
o estoy tan casi Juan Ramón que no me aguanto…

Justo entonces
me vienes tú a la mente
partiendo una cebolla
o hablando por el móvil con tu madre…
y a mí, no sé por qué,
me fascinaba oír aquellas charlas,
en fin me pongo a recordar esas sandeces.
y por vuestra culpa el mundo
está perdiendo un gran poeta
no sé si tú,
tu madre
y las cebollas
sois conscientes.


Miguel Martínez López





4 comentarios:

CHARO dijo...

Seguro que las cebollas no son conscientes de lo bonito que es el poema.Besicos

Maite dijo...

Me gusta el poema...
Durante estos días, mis hijos me están ayudando en la cocina, la verdad es que le pongo cebolla a casi todos los guisos, pasamos un rato de lágrimas cocinando cebollas...
Bonita entrada.
Besos

Rosa dijo...

A lo mejor no son conscientes :)
Dejé estas cebollas nacaradas para acompañarlo.

Muchos besos, Charo.

Rosa dijo...

Con lo que disfrutas cocinando, seguro que les enseñas muy bien.
Jaja, también utilizo mucho la cebolla, me encanta de todas formas, y las cebolletas.

Un beso, ¡ya estamos en mayo!