La belleza trasciende la estética

jueves, 23 de agosto de 2012

El bodegón en el Barroco: Caravaggio






Autorretrato


El siglo XVII, el Barroco, es la época de la aparición del  "bodegón" como género independiente.

Como estilo artístico, el Barroco surgió a principios del siglo XVII en Italia, y de aquí se irradió hacia la mayor parte de Europa. Durante mucho tiempo (siglos XVIII y XIX) el término barroco tuvo un sentido peyorativo, con el significado de recargado, desmesurado e irracional, hasta que posteriormente fue revalorizado a fines de siglo XIX, por Jacob Burckhardt y luego por Benedetto Croce y Eugenio d'Ors.
La sociedad atraviesa por una honda crisis que afecta la vida entera del hombre europeo, tiñéndola de angustia e inseguridad; es una crisis económica, política, social y moral, con mucha desigualdad social, intransigencia religiosa y guerras sucesivas. Este entorno de crisis afecta y da un sello característico al Barroco.
Es el siglo de la Contrarreforma que sigue al Concilio de Trento (la Iglesia Católica se vio escindida por la Reforma luterana), de las monarquías absolutistas y de la burguesía. La Iglesia comprendió muy pronto el valor ilimitado del arte para propagar  los dogmas católicos (virginidad de María, misterio de la Trinidad, etc), por lo que contrató a gran número de artistas para tal fin.
Y en esta época, en Italia, encontramos la genial figura de Caravaggio, el gran innovador de la pintura.


Caravaggio

Michelangelo Merisi da Caravaggio nació en Milán el 29 de septiembre de 1571 (definitivamente la ciudad de Caravaggio, en Lombardía, de donde tomó su sobrenombre, no parece ser su lugar de nacimiento).  Su padre falleció cuando Caravaggio tenía cinco años, debido a la terrible epidemia de peste que asoló Milán.

Fue junto con Anibale Carracci, uno de los pintores más importantes e influyentes del Barroco. En el año 1584 entró como discípulo en el taller milanés de Simone Peterzano, el cual había sido formado a su vez por Tiziano. 

Tenía un carácter orgulloso y beligerante, siempre dispuesto a entrar en reyertas y riñas, lo que le llevará a cambiar muchas veces de destino, huyendo de la justicia.

En Caravaggio se percibe que su vida y su obra están estrechamente conectadas. A diferencia, por ejemplo, de sus contemporáneos, que idealizaban la realidad, Caravaggio la pintaba en toda su crudeza. Para ello utilizaba modelos de carne y hueso, gente real que encontraba por los callejones de Roma, entre los sectores más bajos de la sociedad. Sus pinturas de santos con rasgos vulgares cuyos modelos eran gente de los bajos fondos, fueron considerados por la Iglesia de la época como enfrentados a los valores de pureza y santidad. Tuvo en los representantes del catolicismo fervientes admiradores y también grandes enemigos.
En 1592, a la edad de 20 años,  llegó a Roma en extrema pobreza:

«desnudo y extremadamente necesitado, sin una dirección fija y sin provisiones... además corto de dinero», nos dicen sus biógrafos.



Muchacho con cesto de frutas


Algunos meses después, comenzó a realizar trabajos importantes, conoció artistas de la época. En esta etapa compuso los primeras obras de éxito, como Muchacho con cesto de frutas (1593-1594).

Pero la época más importante para Caravaggio se inició en 1595, cuando es acogido bajo la protección del cardenal Francesco María del Monte, embajador de los Medici en Roma. Este cardenal era amante de las artes y de los diversos campos de la cultura.


El primer bodegón de la pintura occidental




Cesto con frutas, 1597-1598
Pinacoteca Ambrosiana, Milán



Y en esta etapa decide pintar una cesta con frutas, considerada como el  primer bodegón puro de la pintura occidental: el bodegón no era  un complemento, como en épocas anteriores, sino el sujeto del cuadro. Sin embargo, esta obra está cargada de simbolismo, no es sólo simplemente un cesto.


Cesto con frutas

La naturaleza muerta es un género que se inaugura a finales del siglo XVI y principios del XVII en las "botteghe" o talleres de pintura centroitalianos, lo que ha llevado a denominarla como "bodegón". Caravaggio consideraba de la misma importancia un cuadro sobre flores o frutas que otro sobre historias bíblicas. Rompió con la jerarquía de temas existentes hasta el momento y estableció la naturaleza muerta o bodegón como género autónomo.

Y fue también el primero en utilizar este género para simbolizar alegorías cristianas o morales.  Esta significación profunda (sentido de la caducidad de todas las cosas, tempus fugit) en lo que aparenta ser un simple cesto con frutas de temporada, se puede rastrear analizando las frutas y hojas que aparecen pintadas con extraordinaria maestría: manzanas (símbolo del pecado original), peras, higos, granadas (símbolo de la pasión), membrillos y uvas, todas ellas son frutas del final del verano, antes de que se detenga la vida con la llegada del invierno; son un símbolo de las fiestas de recolección y la dulzura obtenida tras el largo año de trabajo. Además, el pintor combina con habilidad frutas maduras, junto con otras frutas marchitas, llenas de manchas, que preludian la podredumbre y la muerte. Lo mismo ocurre con las hojas, entre las que encontramos verdes  junto a otras arrugadas, amarillentas y llenas de agujeros de parásitos.
Se trata, a un tiempo, de mostrar el atractivo de la tentación junto al carácter efímero de la vida y los placeres.






Pintaba con tal realismo que las frutas de la canasta en Cesto de frutas fueron analizadas por un profesor de horticultura, quien logró descubrir cultivos particulares en el cuadro: «una gran hoja de higuera, con una mancha causada por un hongo, que parece ser antracnosis».



 
Baco, 1597
Galleria degli Uffizi, Florencia



Y de esta época es también Baco, posiblemente un autorretrato.






Una representación asombrosa del fino cristal y las ondas que demuestran que se acaba de beber de la copa; un prodigio de calidad técnica.

El mecenazgo del cardenal se mantendrá hasta el año 1599 y, por su mediación, obtendrá el encargo para decorar la Capilla Contarelli, trabajo que le llevará dos años.
Es en estos años, entre 1599 y 1600, cuando se produce un cambio en el estilo de Caravaggio, usando  figuras silueteadas sobre un fondo oscuro, y modeladas por medio del juego entre sombras y luces (claroscuro). Se le considera el maestro del Naturalismo tenebrista. Este estilo se denomina así por la acusada perfección en la plasmación de la realidad, tanto en sus aspectos bellos como en los más deformes, y por el empleo de una iluminación completamente artificial y muy contrastada, lo que produce espacios en sombra total junto a áreas claras y casi planas.
Es ahora cuando abandona la pintura profana y se dedica, ya hasta el final de sus días, casi en exclusiva a la religiosa.

La primera obra que refleja este cambio de estilo, a la vez que muestra, como complemento, naturalezas muertas con sutiles alusiones simbólicas es:


Cena de Emaús


Los discípulos de Emaús o Cena de Emaús. Caravaggio, h. 1596-1602
National Gallery de Londres
  



La escena  narra los primeros pasos de Cristo resucitado. Habiendo encontrado éste a dos de sus discípulos en el camino a Emaús, los hombres no reconocen a su maestro hasta el momento de la cena en una posada, pues al bendecir Jesús el pan y el vino reconocen el gesto de la Eucaristía y a su Señor. 
Ha llenado la escena de sutiles indicativos de la divinidad y el misterio desvelado de la resurrección, que algunos coetáneos de Caravaggio criticaron por ser inapropiados. Uno de estos elementos fue el cesto de frutas que adorna la mesa: copiado literalmente del Cesto de Frutas, se censuró que contuviera frutos de otoño, cuando la resurrección había tenido lugar en primavera. Sin embargo, como apreciamos en el comentario del citado Cesto, cada fruta es una alusión simbólica: la manzana al pecado original, la granada a la pasión, etc. Por otro lado, el resto de los manjares resume los elementos de la Eucaristía: el pan, el vino y la jarra de agua. Los gestos y las posiciones de los personajes también nos indican el verdadero significado de la escena: Cristo bendice el pan con el mismo gesto del Dios Creador del Juicio Final de Miguel Ángel. Pedro extiende sus brazos en el mismo gesto de un crucificado, como lo fue Cristo y como lo habría de ser el apóstol más tarde. Sólo los discípulos pueden reconocer el gesto de Cristo, por lo que el criado, ignorante de lo que está presenciando, no se ha descubierto la cabeza como haría si reconociera al Mesías. Un último detalle que revela la divinidad de Cristo oculta a los ojos humanos, es la sombra que el criado proyecta sobre el fondo pero no sobre Jesús, quien parece iluminado por una luz interna.
 

Un paseo a través de sus obras







Durante su estancia en Roma recibió las influencias de Tiziano y Miguel Ángel, entre otros; pero, como él mismo decía:

"El verdadero modelo no es el Renacimiento ni el arte clásico, sino la Naturaleza".


El dramatismo, los gestos, los rasgos de sus modelos, demuestran que llevó al límite esta afirmación.
Su carácter pasional y violento  quedó reflejado en las luces profundas que "cortan" las figuras, mostrándolas auténticas, sufrientes e inquietantes.



Virgen de Loreto o de los Peregrinos, 1604


A veces, él mismo aparece retratado en estas figuras, como en La Muerte de la Virgen, en la que aparece entre la multitud, o en una de sus últimas obras, David con la cabeza de Goliat (1606), donde la cabeza cortada del gigante es la suya propia, que muestra con cruel realismo la paliza que había sufrido poco antes a manos de unos sicarios pagados por un enemigo.

Un hecho termina con su estancia en Roma: la noche del 29 de mayo de 1606 mató, probablemente por accidente, a un hombre llamado Ranuccio Tomassoni. Anteriormente, sus mecenas le protegieron de posibles acciones judiciales en su contra, motivadas por riñas, pero esta vez fue diferente. Con una orden de aprehensión a sus espaldas y fuera de la ley, Caravaggio huyó a Nápoles, una vez recuperado de la paliza mencionada.

En  Nápoles, bajo la autoridad de los reyes españoles, pronto se hizo popular recibiendo  numerosos encargos. Mientras tanto, en Roma sus mecenas y protectores realizan numerosas gestiones para obtener el indulto del pintor.

En el año 1608 Caravaggio se dirige a Malta en busca del apoyo del Gran Maestre de la Orden de los Caballeros de Malta. Es nombrado Caballero honorario de la Orden. Trató de llevar una vida ordenada, pero, de nuevo, es encarcelado por una disputa de honor con otro caballero, teniendo que huir de la isla. Es expulsado de la Orden de Malta por persona "non grata". 
Así, se dirige a Sicilia. Desea retornar a Roma donde se encuentran sus mayores protectores y mecenas. Con esta esperanza se traslada, de nuevo, a Nápoles en 1609 y allí es atacado por unos sicarios, probablemente contratados por los caballeros de Malta, que le dan una gran paliza y desfiguran su cara. En el año 1610, cercano ya el indulto, inicia su traslado hacia Roma estableciéndose en Porto Ercole, lindante con los Estados Pontificios, con la intención de cruzar la frontera tan pronto como éste le fuera concedido. Sin embargo, allí enfermaría de malaria, muriendo de ésta cuando ya se encontraba indultado por el Papa.

Pero si su vida fue turbulenta, su muerte ha sido objeto de grandes controversias, hasta el punto de que varias teorías se disputaban su explicación (existen al respecto hasta ocho teorías). Su cuerpo no fue encontrado (en 2010 varios investigadores hallaron huesos de Caravaggio enterrados en una fosa común, en la región de Toscana). Sea como fuere, la versión oficial, hasta la fecha, es ésta de Porto Ercole, aquejado de malaria.

Después de su muerte, en los siglos XVIII y XIX, simplemente se ignora la obra de Caravaggio. Pero en el siglo XX se vuelve a valorar. Influyó decisivamente en José de Ribera, El Spagnoletto; Velázquez, Zurbarán, Rubens y Rembrandt.

Como todos los genios, su obra marcó un antes y un después en la Historia del Arte. A pesar de los años transcurridos,  sigue siendo hoy una fuente de inspiración para nuevos autores.

Según Andrew Graham-Dixon, uno de sus biógrafos más destacados,"era muy sensible, un intelectual que lee la Biblia y a San Agustín. Es un pintor muy culto, inteligente y sutil".

Pienso, que si no fuera así, no podría haber pintado obras tan profundas; cuando se contemplan no se pueden dejar de mirar...

Os dejo un vídeo donde se analiza su obra "La vocación de San Mateo":




 
Cantus Caravaggio I · Hèsperion XXI · Jordi Savall · Dominique Fernandez
Lachrimæ Caravaggio