La belleza trasciende la estética

jueves, 29 de septiembre de 2011

El bodegón en la Edad Media




Autorretrato. Giotto

Durante la Edad Media se produce un retroceso en el género del bodegón. El tema de la naturaleza muerta aparece integrado en composiciones de simbolismo religioso, en forma de objetos de la vida cotidiana, acompañando a las figuras protagonistas. Es el caso de los frescos de:


Giotto di Bondone
(siglo XIV, Trecento)
 
Con él  comienza en la pintura el cambio hacia el mundo renacentista.
Es considerado el padre de la pintura moderna:
 
La biografía tradicional de Giotto suele verse presidida por un texto de Ghiberti:


Comenzó el arte de la pintura a renacer en la Toscana, en una aldea cercana a Florencia, llamada Vespignano. Nació allí un muchacho de precoz ingenio que era capaz de dibujar ovejas del natural. Un día acertó a pasar por allí Cimabue, camino de Bolonia, y vio al muchacho dibujando una oveja. Admirado por la perfección de su obra, realizada a tan corta edad, preguntó al muchacho cuál era su nombre y él respondió: 
-Me llamo Giotto. A mi padre lo llaman Bondone y vive en aquella casa...


 
Escenas de la vida de Cristo. Las bodas de Caná. Giotto




Detalle de la obra


Uno de sus ciclos pictóricos más importantes es el dedicado a la vida de San Francisco de Asís, en la Basílica Superior de San Francisco de Asís:


Vida de San Francisco. Muerte del caballero de Celano. Giotto
Basílica de San Francisco en Asís



Es una escena de las más sobresalientes de todo el ciclo de la Basílica Superior de Asís en lo que respecta a la caracterización psicológica de los personajes y la expresión de sus sentimientos. El caballero de Celano, fiel devoto del santo de Asís, invitó a comer a San Francisco, que le prometió su salvación. Después de quedar tranquilo, sabedor del destino de su alma, el caballero murió, cuando los comensales se estaban sentando a la mesa. El estrépito de la muerte repentina del caballero hace que todos se levanten y asistan al muerto. Giotto dispone una composición con el motivo de la mesa puesta. Esta parte está recuadrada con las formas claras de la rica arquitectura de la casa del caballero. San Francisco, de pie y señalando con la mano, parece mucho más tranquilo y sosegado en sus actitudes que el resto. Evidentemente siente la muerte, pero sabe que el alma del difunto está a salvo.
 
De forma particularmente evidente, estas consideraciones aparecen en los pintores del Norte de Europa, durante la época de transición de la Edad Media al Renacimiento.
Es el caso de los "primitivos flamencos", cuyo máximo exponente es:

Jan Van Eyck

Utiliza elementos del bodegón cargados de simbolismo, dentro de lo que puede considerarse como antecedente de las llamadas "escenas de género".
La utilización de estos elementos se vio favorecida por el desarrollo de la técnica de la pintura al óleo, que permitía representar objetos cotidianos con gran minuciosidad. Como ejemplo, el Matrimonio Arnolfini, cuya iconografía se encuentra cargada de  simbolismo:
 
 
 

 
Matrimonio Arnolfini. Jan Van Eyck, 1434
National Gallery de Londres

 
Detalle de la obra con las naranjas

Las naranjas en el arcón  simbolizan la riqueza, la buena posición social de los retratados, ya que esta fruta, escasa y cara, era considerada un lujo en el Norte de Europa, en la Flandes del siglo XV. Representan también la fruta prohibida del Paraíso (la lujuria).
Aluden también al origen mediterráneo de los contrayentes.
Es el retrato de una burguesía consolidada y próspera en los negocios.
 


Tacuinum Sanitatis, 1370-1400. Haciendo pan



Pueden aparecer también ilustraciones y miniaturas con elementos del bodegón, colocados en los márgenes  de los textos, y manuales medievales, dedicados la mayoría a la dietética y la salud del cuerpo, como  el  Tacuinum Sanitatis (s. XIV- XV), o el tratado del médico medieval Aldebrandín de Siena (s. XIII- XIV).
 
 


Tacuinum Sanitatis. Mercado de queso
 
 
 
Tacuinum Sanitatis. Mercado de pan
 
 
 
 
Leche. Aldebrandin de Siena. Plan del cuerpo




Aldebrandin de Siena, La flours et la rose de toute medicine de fisisque (Régime du corps), finales s. XIII - principios del s. XIV


Mención de especial interés es el libro de Las muy ricas horas del Duque de Berry (Les Très Riches Heures du Duc de Berry o Les Très Riches Heures).

Un libro de horas es un libro con las oraciones, que se debían rezar en 7 momentos del día (horas canónicas: Cruce a medianoche, Laudes hacia las 3:00 h., Prima hacia las 6:00 h., Parte hacia las 9:00 h., Sexta al mediodía, Monjahacia las 15:00 h., Vísperas hacia las 18:00 h., Complies hacia las 21:00 h.). Está escrito en Latín. Estos textos para laicos, eran más cortos que los que usaban los clérigos.
Se conserva actualmente en el Museo Condé de Chantilly (Francia).

Es probablemente el manuscrito ilustrado más importante del siglo XV, “le roi des manuscrits enluminés” (el rey de los manuscritos ilustrados). Fue encargado por Jean, duque de Berry, alrededor de 1410 y realizado por el taller de los hermanos Limbourg.
Contiene 206 hojas o folios. La mitad de sus páginas están totalmente ilustradas, siendo consideradas unas de las mejores representaciones de la pintura gótica internacional.
Aparte de las ilustraciones de salmos, destaca su calendario, con representaciones de los distintos meses del año y las labores, generalmente agrícolas, que en cada uno de ellos se realizaban.
 
 

 
Enero





Un pequeño bodegón en la mesa:


La escena, en una gran sala con chimenea y el suelo de estera, no parece tener fondo. Los caballeros que vemos luchando ¿son lo que luchan en la Guerra de los Cien Años o son un tapiz que describe la Guerra de Troya? Por los versos que apenas se pueden descifrar parece ser que es la Guerra de Troya a la medieval. Los tapices no solo decoraban los muros de los castillos, sino que colgados en esos muros creaban una cámara de aire que temperaba las frías e inhóspitas estancias del siglo XV. Porque hace frío en esa sala de banquete. La mesa, provisional, creada con caballetes y tablas está cubierta por un mantel blanco. La vajilla es de oro y en ella está representada el Salière du Pavillon, una hermosa pieza de orfebrería en forma de navicella. Dos cachorros de perros están subidos en la mesa y uno come de uno de los platos, eran en aquellos días de 1411 o 1412 los perros preferidos del Duque de Berry. Este está sentado frente a la gran chimenea encendida, las chispas es posible verlas tras una gran pantalla de mimbre redonda que servía tanto para aislar de las chispas como para distribuir el calor. Sobre la chimenea se yergue un dosel de seda roja con las armas del Duque: campo de azur con las flores de lis de oro de la Casa Real de Francia, y los cisnes heridos y los osos que adoptó como emblema en la lejana fecha de 1360, cuando siendo un joven de veinte años estuvo prisionero un tiempo en Inglaterra. 




La pintura de Giotto, transición de la Baja Edad Media al Renacimiento




Fuentes
 
Las Muy Ricas Horas del duque Jean de Berry







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