Los cristianos del siglo I no se felicitaban con un genérico «Feliz Pascua», sino que proclamaban con fervor: «¡Christus resurrexit!», a lo que el interlocutor respondía: «¡Vere resurrexit!» (¡Verdaderamente ha resucitado!). Este saludo no era una simple costumbre, sino una auténtica proclamación de fe. No se trataba solo de recordar un evento pasado, sino de proclamar que Cristo sigue vivo y presente en la vida de los creyentes.
«¡Christus resurrexit!» (¡Cristo ha resucitado!).
¡Vere resurrexit! (¡Verdaderamente ha resucitado!).
J. S. Bach - Suave será mi dolor por la muerte del Oratorio de Pascua BWV 249
J. S. Bach: Cantata de Pascua "Erfreut euch, ihr Herzen" ("Alegraos, corazones").
J. S. Bach: Easter Oratorio (Oratorio de Pascua), BWV 249 "Adagio"
— ¿Comprendéis lo que he hecho con vosotros? Vosotros me llamáis el Maestro y el Señor, y tenéis razón, porque lo soy. Pues si yo, que soy el Señor y el Maestro, os he lavado los pies, vosotros también debéis lavaros los pies unos a otros. Os he dado ejemplo para que, como yo he hecho con vosotros, también lo hagáis vosotros.
Jn. 13, 1-15
Canto Gregoriano: Mandatum novum do vobis. Antífona y Salmo 132
Coro de monjes monasterio benedictino de Santo Domingo de Silos.