¿Cómo veo el mundo que me rodea? Cualquiera que se haya hecho la pregunta sabe que la respuesta no es evidente. Para llegar a alguna parte, no son principalmente análisis lo que necesitamos, sino testimonios, similares a los de Maud Sumner (Erik Varden):
Hasta la hora de la medianoche
me senté con una rosa para mirar la rosa. Otras flores se adormecen y se cierran, pero la rosa de medianoche muestra su poder borgoña en ese momento: una fragancia tan fuerte del corazón de la flor, una belleza tan dulce que la hora cero se detiene, un rayo extraído del manto de la eternidad que abraza todo silencio, que me abraza.
(Alphonse de Lamartine, Milly, ou la terre natale)
Ya sé que he de dejarlas aquí cuando me vaya, y que antes o después, aunque me sobrevivan, acabarán en nada - descuidos, asistentas primitivas, carcoma, inundaciones, robos, mudanzas, simplemente el uso...-; y, aun poniéndome en la postura más optimista, no olvido que este universo con todo su cargamento está también llamado a la aniquilación;pero quiero dar las gracias a todas esas cosas que han ido acompañando mi paso por el tiempo -muebles, cuadros, cerámicas, libros, discos, películas...-, cosas que un día cualquiera entraron en mi vida siendo tan sólo cosas, pero que, conviviendo hora tras hora, se llenaron de alma y se convirtieron en mucho más que cosas.
Cada mañana en su presencia reencontrada
me parece oír un mudo "Buenos días"
y cuando de regreso de un viaje entro en casa
me reciben con algo semejante al cariño.
A veces pienso que cuando nos separemos
en su existencia inmóvil ha de temblar, secreta,
una especie de pena de haber quedado huérfanas.
Miguel d' Ors
Anton Bruckner: Quintet in F Major, WAB 112: Adagio
Los reyes de Oriente. Frontal procedente de Santa María de Mosoll, conservado en el Museo Nacional de Cataluña
Volvamos a los Magos de Oriente. Ellos eran también y sobre todo hombres que tenían valor, el valor y la humildad de la fe. Se necesitaba tener valentía para recibir el signo de la estrella como una orden de partir, para salir –hacia lo desconocido, lo incierto, por los caminos llenos de multitud de peligros al acecho. Podemos imaginarnos las burlas que suscitó la decisión de estos hombres: la irrisión de los realistas que no podían sino burlarse de las fantasías de estos hombres. El que partía apoyándose en promesas tan inciertas, arriesgándolo todo, solo podía aparecer como alguien ridículo. Pero, para estos hombres tocados interiormente por Dios, el camino acorde con las indicaciones divinas era más importante que la opinión de la gente. La búsqueda de la verdad era para ellos más importante que las burlas del mundo, aparentemente inteligente.
(Homilía Benedicto XVI, 6 de enero de 2013, Epifanía del Señor).
J. S. Bach- Cantata BWV 65 "Sie werden aus Saba alle kommen" ("Todos vendrán de Saba")