"Objets inanimés, avez-vous donc une âme
Qui s'attache à notre âme et la force d'aimer?"
(Alphonse de Lamartine, Milly, ou la terre natale)
Ya sé que he de dejarlas aquí cuando me vaya,
y que antes o después, aunque me sobrevivan,
acabarán en nada - descuidos, asistentas
primitivas, carcoma, inundaciones, robos,
mudanzas, simplemente el uso...-; y, aun poniéndome
en la postura más optimista, no olvido
que este universo con todo su cargamento
está también llamado a la aniquilación;pero quiero dar las gracias a todas esas cosas
que han ido acompañando mi paso por el tiempo
-muebles, cuadros, cerámicas, libros, discos, películas...-,
cosas que un día cualquiera entraron en mi vida
siendo tan sólo cosas, pero que, conviviendo
hora tras hora, se llenaron de alma
y se convirtieron en mucho más que cosas.
Cada mañana en su presencia reencontrada
me parece oír un mudo "Buenos días"
y cuando de regreso de un viaje entro en casa
me reciben con algo semejante al cariño.
A veces pienso que cuando nos separemos
en su existencia inmóvil ha de temblar, secreta,
una especie de pena de haber quedado huérfanas.
Miguel d' Ors
Anton Bruckner: Quintet in F Major, WAB 112: Adagio