La belleza trasciende la estética

sábado, 23 de enero de 2021

La metafísica de lo pequeño









Giorgio Morandi fue un pintor que buscó el silencio y el trabajo constante, casi como un cartujo, y con temas pequeños, los famosos bodegones, fue capaz de entrar en diferentes esencias, las metafísicas de lo pequeño, lo pequeño que es grande, lo grande que es pequeño. 







Caminó en solitario por el siglo XX. El pintor hizo del silencio un proyecto. Es un artista secreto y difícil, una figura clave del arte moderno, un pintor silencioso que a través de sus modelos crea un alfabeto pictórico y poético, reflejando una profunda inquietud interior 






El encanto de sus obras reside en sus atmósferas silenciosas y, a la vez, intranquilas.
Apenas salió de su Bolonia natal, en donde nació en 1890, y murió en 1964.













Estos son los objetos. Miradlos. Son sencillos:
un embudo, una taza, las cajas, las botellas. 
También están la luz, la quietud de las sombras.
Y con ellos dibujo una frontera 
entre el tiempo y la nada, entre lo inmóvil
y la vida que surge de lo inmóvil. 
Con un gesto de mago los coloco de nuevo,
cambio su espacio, cambian 
sus sólidas aristas,
el brillo de sus lentas superficies, 
y el mismo cuadro es otro, y me interroga.


Juan Lamillar, de Las lecciones del tiempo





La Naturaleza inmóvil.
Apariencia y realidad en la pintura de bodegón








sábado, 9 de enero de 2021

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Niño comiendo. Pablo Picasso



El propósito del arte es limpiar el polvo de la vida diaria de nuestras almas.

Pablo Picasso






jueves, 7 de enero de 2021

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Claude Joseph Bail



«No estropees la maravilla con la impaciencia».

J.R.R. Tolkein







martes, 5 de enero de 2021

¡Oh Reyes Magos benditos!




Tríptico de la Epifanía. Anónimo s.XVI. Covarrubias (Burgos)




¡O Reyes Magos benditos,

pues de Dios soys tan amados,
sed mi guarda y abogados!

Sed mi guarda en este suelo
porque en sus lazos no caya
y abogados en el cielo
porque a veros allá vaya;
porque por vosotros aya
gran perdón de mis pecados,
sed mi guarda y abogados.

Tanto quiso Dios amaros
por vuestro merecimiento
que le plugo revelaros
su sagrado nacimiento;
pues le tenéys tan contento
y con Él soys tan privados,
sed mi guarda y abogados.

Venistes desde Oriente
adorar al Rey divino
con aquel alto presente
para quien d’él era dino;
caminastes de contino
por una estrella guiados,
sed mi guarda y abogados.

Sirviéronle los pastores
por Pastor de tantas greyes
y vosotros, mis señores,
por mayor Rey de los reyes;
pues del Dador de las leyes
soys tan queridos y amados,
sed mi guarda y abogados.


Juan del Enzina