Thierry de Brunhoff abandonó su carrera pianística a los 40 años para entrar como monje en una abadía benedictina, la abadía de San Benito de En-Calcat, en Francia en 1974, con el nombre de hermano Thierry Jean, y allí sigue actualmente, con 90 años recién cumplidos.
En esta grabación de 1962 interpreta una selección de las obras maestras de Chopin.
La Iglesia celebra el 1 de noviembre a Todos los Santos, y el día 2 conmemora a los fieles difuntos.
«Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo».
(Mt 5,12)
¿De qué sirven a los santos nuestras alabanzas, nuestra glorificación, esta misma solemnidad que celebramos? ¿De qué les sirven los honores terrenos, si reciben del Padre celestial los honores que les había prometido verazmente el Hijo? ¿De qué les sirven nuestros elogios? Los santos no necesitan de nuestros honores, ni les añade nada nuestra devoción. Es que la veneración de su memoria redunda en provecho nuestro, no suyo [...]
Nos espera la Iglesia de los primogénitos, y nosotros permanecemos indiferentes; desean los santos nuestra compañía, y nosotros no hacemos caso; nos esperan los justos, y nosotros no prestamos atención.
San Bernardo de Claraval, abad del Císter y doctor de la Iglesia,Sermón 2
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Que la doctrina de la Iglesia sea siempre la norma de tu vida y su espíritu el que dé jugo a tu corazón [...]
La desconfianza jamás entristecerá el corazón del apóstol, pues en cada momento se puede repetir "sin Dios nada, con Dios todo".
La formación es la base del apostolado y la santidad es su coronamiento. En cambio, la suficiencia vana es falso cimiento apostólico, y el amor propio su ruina. ¿Quieres ser apóstol de Cristo y de María? Déjate formar, lánzate a la santidad.
María Josefa Segovia, 1ª directora gral. de la Institución Teresiana, venerable sierva de Dios, La gracia de hoy
Santos son las personas que dejaron pasar la luz de Dios por sus vidas.
Wolfgang Amadeus Mozart: Misa de Réquiem en re menor, K. 626
Desde la basílica de Saint-Denis (San Dionisio), Francia
Sobre el aparador, en su envase, me aguarda dulce y agria a la vez, reluciente y equívoca, elaborada en todo conforme a su receta —reunidas las semillas, troceadas las mondas…— para el placer agónico de cercarme los labios en el acontecer mudable de los días.
María Victoria Atencia
El poeta se alimenta con galletas de luna
Ramón Gómez de la Serna
(...)
¿Y sabes a lo que sabes?
Sabes a piña y a miel,
sabes a vino y a dátiles,
a naranja y a clavel,
a canela y azafrán,
a cacao y a café,
a perejil y tomillo,
higo blando y dura nuez.
Sabes a yerba mojada,
sabes al amanecer.
Sabes a égloga pura
cantada con el rabel.
Sabes a leña olorosa,
pino, resina y laurel.
Alfonso Reyes
Sol pálido de octubre, sobre el aparador de la cocina azul frutero, compota de manzana. Icono; no naturaleza muerta.
José Jiménez Lozano
Unos dátiles
Tiernamente desasidos de sus ramas exóticas, depositados como ofrenda matinal a los dioses en un cuenco de vidrio, acogedor, cercano, los dátiles pregonan su amarillo heridor, su áspera pulpa, y anticipan el jugo de mi boca deshaciéndolos y su oscuro sabor precipitándose hacia el lejano cauce de la infancia.
Juan Lamillar
Ciruelas confitadas
Tchaikovsky: "Danza del hada de azúcar" ("El Cascanueces")
Tschaikovsky: "El Cascanueces", "Grand pas de deux", El hada de azúcar y el príncipe Orgeat. - Adagio