Cristino de Vera
Y si el final
no fuera más que un algo
que se enciende
hacia otra parte.
La fruta
tras el hueso de la fruta.
La caricia que crea
la carne
en su caída.
Vanesa Pérez-Sauquillo
que se enciende
hacia otra parte.
La fruta
tras el hueso de la fruta.
La caricia que crea
la carne
en su caída.
J.S. Bach / A. Marcello - Adagio BWV 974
Otra poeta que desconocía, Rosa. Me gusta.
ResponderEliminarLa música, como siempre, inefable. Besos
Bonito poema y la música inmejorable. Besicos
ResponderEliminarTe dejo otro poema:
ResponderEliminarEn campos de silencio
las estrellas que caen
siempre germinan.
Todo nos reconoce.
Todo inclina su gesto generoso
hacia donde la vida
nos cubre y nos concreta.
Hay un cuenco de asombro
en el umbral
de los que saben esperar milagros,
susurra una verdad.
Hay música, también,
bajo las cuerdas.
De La isla que prefieren los pájaros, Calambur, 2014
Un beso, Maite.
Me alegro de que te guste, Charo.
ResponderEliminarMuchos besos.