Hay un búcaro al lado
de la caja de dulces,
servilletas de hilo,
cucharillas de postre,
una taza de té
también callada.
Si pudiera nombrarse
eso que hace la luz
con sus objetos, cómo
nos los pone en la mesa,
para que nadie diga
que no quedó conforme.
Cuatro cosas que ver
sobre un tapete,
alfileres de sol
con polvo dentro.
Vicente Gallego
Rachmaninov: Preludio Op.23 No.4
Qué poema tan bonito, curioso cómo versar sobre los pequeños detalles de la vida. Me lo guardo. La imagen me encanta. Me recuarda al té de los martes de Princesa Nadie... Feliz finde semana. Espero que ayer tuvieras un gran día ;) Besossssss
ResponderEliminarMe encantó la música y hoy es precisamente el día de la música. Besicos
ResponderEliminarPerdona, querida Charo, este comentario entró como spam y no lo había visto hasta hoy.
EliminarMe alegra que te haya gustado.
Un maravilloso preludio de Rachmaninov, e interpretado con exquisita elegancia y finura por Irina Lankova.
Se dice que Rachmaninov tenía las manos muy grandes, y que con ellas “cubría el teclado como si de tentáculos se tratara”, lo que podría explicar por qué algunas de sus escrituras pianísticas resultan realmente complicadas de interpretar para el resto de los humanos (no así para él), con sus acordes imposibles, por lo difícil y lo separadas que están las notas para las manos de un pianista, especialmente si tiene manos pequeñas. (Fuente: Rev. "scherzo").
Así es, en el día de la música dejaste el comentario, y hoy lo vi como spam :)
Gracias.
Un abrazo, querida Charo.
Esos pequeños detalles tan importantes.
ResponderEliminarSí, Maite, recuerdo mucho a Princesa, su delicadeza, y siempre tan entrañable.
Un día bonito y tranquilo :)
¡Feliz fin de semana, querida Maite!
Abrazosss...