Yo como.
Tú comes.
Él come.
Nosotros comemos.
Vosotros coméis.
¡Ellos no!
Gloria Fuertes
Chupilandia (Cuento de dulce)
El aire del pueblo olía a bizcocho.
Las casitas de turrón,
las tejas de chocolate,
ventanas de mazapán
y las puertas de guirlache.
Las casitas de turrón,
las tejas de chocolate,
ventanas de mazapán
y las puertas de guirlache.
Luigi Benedicenti
De azúcar las escaleras
y de tarta los balcones,
el suelo de caramelo
y de chicle los salones.
el suelo de caramelo
y de chicle los salones.
Luigi Benedicenti
Los muebles son de galleta
y el techo de polvorones.
Las camas blandas de flan,la almohada de mantequilla,
los libros de hoja de hojaldre,
la piscina de natillas.Pueblo de dulce.
¡Qué empacho!
(Las farmacias en la esquina).
(Las farmacias en la esquina).
Gloria Fuertes
Mis hijos serían felices en este pueblo... el dentista, quizás, también.
ResponderEliminarBonito homenaje a Gloria Fuertes.
Gracias, Rosa. Muchos besos dulces.
Sí, el dentista también, jajaja ...
ResponderEliminarCasi me empaché de tanto dulce, no soy muy de dulce, y en casa, a no ser los dulces caseros, no suelen tener demasiado éxito.
Gloria Fuertes me encanta, por eso la dejé hoy que nos avisó Google, jaja ...
Muchos besos dulces también para ti, querida Maite.
Feliz día.
¿Donde está ese pueblo?.........lo pregunto porque me gustaría ir:-))
ResponderEliminarUna entrada impresionante sobre todo el verbo conjugado de comer.Besicos
Jajajaja, no nos dijo nada Gloria Fuertes, pero para los golosos es el paraíso ...
ResponderEliminarCasi termino empachada con tanto dulce, menos con las natillas y el flan, que me gustan mucho. Aunque, claro, tanto como una cama de flan y una piscina de natillas, no sé yo, jajaja ...
Sí, es impresionante el primer poema, y muy real.
Un beso grande, Charo.
Una delicia tu blog, me alegra haber llegado hasta aquí.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias, Rafael Humberto, por tu amable comentario.
ResponderEliminarBienvenido.
Un abrazo también para ti.